Jacomina salió de Holanda en el año 1990 por un largo viaje por tierra y mar, cruzando el Atlántico y otras aguas grandes en barco de vela, dejándose llevar por el viento, la lluvia, la nieve y el sol. Un viaje que cambió el rumbo de su vida. Cuando volvió a Holanda para el entierro de su padre, decidió quedarse en Europa al lado del Océano y eligió Galicia, para estar unos 2-3 años tranquila y sola, para escribir, pintar, bailar y profundizar su contacto con la naturaleza y lo sagrado.
En un breve viaje a Galicia encontró lo que buscaba, en la costa y el océano, en Santiago de Compostela. Cuando volvió para quedarse, empezó con su búsqueda en la Península de Morrazo, con las ideas muy claras y definidas. Ya en el primer día de su búsqueda, en la 4ª casa donde llamó para preguntar si estaba disponible para alquilarse durante unos años, encontró una pareja Alemán-Romaní que la recibieron con los brazos abiertos. Le presentaron a otro Alemán y al día siguiente la llevaron a Punta de Couso. Allá estaban unas personas de vacaciones que le ofrecieron la casa de sus sobrinos, al lado, para alquilarla o comprarla. Decidió que sí. ¡Había encontrado su casa en 4 días! Decidió, después de unos meses de alquiler, comprar la casa para poder hacer reparaciones urgentes. La casa estaba feliz después de 3 años sin habitantes. ¡Muchas coincidencias! Parecía que la había esperado.
Empezó con las obras en la casa y el jardín. Cuando unas amigas y amigos terapeutas la visitaron, le pidieron que les dejara impartir talleres en este lugar fantástico. Se despertó un sueño viejo de tener un centro al lado del mar y poco a poco empezó a nacer Centro Punta de Couso. De nuevo, Jacomina se dejó llevar por su pasión, diseñando, dirigiendo y coordinando las obras con apenas conocimientos del castellano. ¡Una verdadera aventura!
Después de 5 años de intensas obras en la casa y el jardín, el centro estaba preparado para cumplir con su función. La vecina de al lado, de la misma familia, le ofreció comprar su casa también. La compró y de nuevo obras y obras. Al final, después de 7 años viviendo en obras, le llegó el tiempo de estar tranquila, sola, escribir, pintar y bailar. Pero no duró mucho.
Con poca publicidad, el centro empezó a funcionar en 1997, ayudado por un artículo y una foto de su sala de meditación en la portada del libro “Casas con encanto” de El Pais/Aguilar. Centro Punta de Couso sigue funcionando, cada vez más bonito. Protegida y ayudada de muchas maneras, Jacomina ha podido realizar su sueño para compartir este lugar mágico, donde la energía del lugar “hace la mitad del trabajo”.